martes, 24 de mayo de 2016

Ya se acerca el 40 de mayo...

...y toca quitarse el sayo! ;oD

No sé si os pasa a vosotras, pero a mi el cambio de armarios me ocupa bastante tiempo. Conste que no es una tarea que me desagrade, de hecho siempre la afronto con muchas ganas de perder de vista esas prendas que nos hemos puesto hasta la saciedad y con la ilusión de renovar alguna que otra cosa, pero cada vez que hay que cambiar la ropa de temporada me lo planteo con calma porque siendo cuatro en casa, la cosa requiere organización y paciencia.

Intento buscar momentos en los que sé que voy a estar en casa el tiempo necesario (dos horitas mínimo) y que voy a poder centrarme en la tarea y acabarla. Además, dedico tiempos a cada uno por separado, no me agobio sacando la ropa de todos por las camas y soplando en plan "a ver cómo salgo de esta", de uno en uno y sin agobios. 

Suelo empezar por la peque, es la más complicada porque organizar su ropa requiere varias "mini tareas": 

-Primero doblo la ropita que le servirá el próximo otoño-invierno, en este caso, y organizo lo que no le sirve en tres montones: las prendas que sirven para el pueblo, las prendas más de vestir que están en perfecto estado y que le pasamos a una prima más pequeña y las prendas que están más estropeadas y que son para retirar- las donamos o las reciclamos en contenedores específicos para ropa y calzado. Voy metiendo todo en bolsas y maletas para ir despachándolo a sus destinos. 

-Llega el momento de bajar su caja de ropa del altillo del armario y ver qué guardamos al final del verano pasado y qué se puede empezar a poner ya. Toca probarse alguna prenda que otra, ver cómo queda y sobre todo ver qué falta para completar esos outfits (suelen ser zapatos, chaquetas, medias o calcetines...) también tomo nota de los básicos que echo de menos (un vaquero, un jersey, una parka ligera...)y así voy haciendo una lista.  

-También hay que revisar la caja de la ropa "en espera": Celia y Sofía se llevan tres años y medio, la ropa que guardo de Celia para su hermana no le sirve inmediatamente, la recojo en esta caja un par de temporadas mientras llega el momento de reutilizarla. De nuevo revisión de prendas y pruebas. 

-Finalmente, cuelgo la ropa en el armario y devuelvo la caja al altillo con la ropa de invierno para repetir esta operación el próximo otoño. Sólo queda organizar esa sesión de compras con la peque para terminar de completar su cambio de armario.

Con mi hija mayor la operación no cambia mucho: doblo la ropa que le servirá el otoño-invierno que viene, guardo la que se le ha quedado pequeña a la caja de ropa "en espera", meto en una maleta la que se va al pueblo y en una bolsa la que está tan estropeada que está para reciclar, sacamos de su caja de ropa lo que ya se puede poner, recojo la ropa de invierno al altillo y planeamos algunas compras. Ella es una apasionada de la moda -la vuelven loca los trapos, vaya!- así que le suelo hacer sugerencias en cuanto a los básicos que creo que puede necesitar o a las prendas que le pueden ayudar a completar un conjunto pero es ella quien decide lo que le gusta y la que va decidiendo cómo completar su armario. Así son las cosas!

Los siguientes somos los adultos y voy con mis cuatro "erres": retirar lo viejo y estropeado, recoger lo que se puede volver a usar una temporada más, rebuscar en nuestras cajas lo que ya nos podemos poner del año pasado y reponer los básicos. 

El sistema es laborioso, lo entiendo, pero la capacidad de nuestros armarios obliga a hacerlo así. Ojalá dispusiera de armarios enormes que me evitaran tener que hacer cambios de temporada, pero no es mi realidad. Por otro lado, creo que de esta manera le damos el máximo aprovechamiento a nuestra ropa y eso me gusta. Me gusta que sepamos sacar el máximo partido a las prendas que tenemos y que seamos razonables a la hora de valorar lo que realmente necesitamos. A la hora de renovar y comprar, todos somos bastante aficionados a las marcas low cost con lo cual el gasto en ropa es siempre bastante controlado.

En mi caso, claramente ha llegado el momento de reponer porque me he pasado el invierno con cuatro prendas contadas, negándome a comprar ropa por no estar en mi talla y he decido que esto no puede seguir así.  Ya he empezado mi operación "reconstrucción de armario" y estos son mis básicos:

1.- Pantalones vaqueros, negros y blancos y camisetas para cada uno de ellos:





2.- Una camiseta negra y un pañuelo te sacan de cualquier apuro:






3.- Camisas: una más formalita, una de flores -cómo no!- y una más romántica para arreglar un poco más un look: 









4.- Un par de chaquetas: una azul marino muy básica, la otra, con un poco más de presencia, en color piedra




5.- Finalmente, yo le doy mucho juego a un pantalón tipo chino porque me lo puedo poner con zapato plano para ir a trabajar o con converse y camisetas el finde...



Con estas prendas puedo hacer un montón de combinaciones, más arregladas o más informales,  dando uso a otras prendas que ya tengo del año pasado como blazers, una cazadora vaquera o una parka verde militar y terminando los looks con calzado, pañuelos y otros accesorios que tampoco necesito renovar.


Todas las prendas son de Zara y son muy asequibles, todas excepto la chaqueta color piedra que es de Massimo Dutty y que me salió un poquito más cara. Aún así, sumándolo todo me he gastado bastante menos de lo que puede costar una única prenda de marca. También es buena idea repartir el gasto en varios meses. Afortunadamente, las tiendas nos ponen la ropa de temporada con muchísima antelación, si somos organizadas no hace falta que hagamos un único desembolso en el último momento. 

Creo que es el primer post que hago de este tipo pero espero que mis tips os ayuden a vosotras también.

Un besotee 








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